Los colores de “La sustancia”

Mucho se ha hablado ya de “La Sustancia”, la fantástica película de Coralie Fargeat. Se ha analizado tanto su temática —la invisibilización de las mujeres mayores de 50 años— como su estilo narrativo, caracterizado por su descaro visual y sonoro, y su impactante desenlace que ha dividido opiniones: mientras algunos lo consideran un exceso que empaña la obra, otros (donde me incluyo) lo ven como un cierre audaz y totalmente necesario. Se han redactado tops con sus referencias: El Resplandor, Carrie, Vértigo, El Hombre Elefante, Réquiem por un sueño, Cisne Negro, Perfect Blue, Evangelion, La Mosca o el cine en general de Cronenberg (aunque la obra quizá se parece más a la de su hijo Brandon). De hecho, el “body horror” o “horror corporal” se menciona con tanta frecuencia que parece ser el subgénero de moda. También se han elogiado, y con razón, las interpretaciones de Demi Moore, Margaret Qualley y Dennis Quaid así como la dirección a todos los niveles de Fargeat. Sin embargo, nadie parece abordar en profundidad —y lo he buscado— algo tan a la vista como su uso del color. Más allá de señalar su evidente paleta de colores primarios, no he encontrado un análisis que explique el papel que juega cada color en la narración, o cómo el color anticipa momentos clave o subraya los temas centrales de la trama. Voy a intentarlo…


Si no has visto la película, es el momento que lo hagas, mejor en el cine, la experiencia lo merece. A pesar de ello, trataré de no desvelar más allá de lo que se ha podido ver en su trailer de cine.


La película abre con una sucesión de escenas formalmente precisas que definen la paleta de colores y sus asociaciones temáticas/expresivas.

Sobre este uniforme AZUL destaca la yema AMARILLA de un huevo. Entran unas manos enguantadas e inyectan el líquido VERDE de la sustancia en la yema. Ésta se DOBLA a una versión más perfecta por mitosis.

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Le sigue otro plano fijo cenital que nos muestra, también de manera simbólica y magistral, el nacimiento, decadencia y violento desenlace de una estrella. Contemplamos la planificación de la instalación de la Estrella ROSA en el Paseo de la Fama de nuestra protagonista, Elisabeth. Tras su glamouroso acto de presentación, vemos como se degrada al ser pisada y se agrieta con el paso del tiempo. Finalmente, se mancha con comida de un ROJO SANGRE nada sutil. Porque esta película es de todo menos sutil, te planta las cosas en la cara desacomplejadamente y, no por ello, deja de ser una genialidad constante. Además, así consigue que el mensaje llegue con muchísima más fuerza.

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Tras su estrella, conocemos a Elisabeth en su show matinal de ejercicios. Viste un maillot AZUL OSCURO, Elisabeth es por tanto azul.

El programa termina y la luz de los focos se apaga dejándola en la oscuridad, adelantando (de nuevo de una forma nada sutil) lo que le espera. Es el día de su 50 cumpleaños y la gente la felicita mientras atraviesa ese pasillo NARANJA. Aquí el naranja podría simbolizar la industria del entretenimiento o, de manera más genérica, esa sociedad que enjuicia.

La moqueta inspirada en El Resplandor pero con ese doble núcleo que simboliza la sustancia

Curiosamente, el NARANJA es un color contrario al AZUL en el círculo cromático.

Por lo que Coralie ya nos está colocando en extremos opuestos a LA INDUSTRIA y a las MUJERES DE 50 AÑOS.

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La siguiente escena se resuelve de nuevo con un plano fijo fantástico que funciona tanto narrativa como expresivamente. Elisabeth encuentra cerrado el baño de mujeres y debe entrar al de los hombres. Las verticales ROJAS nos advierten de la incomodidad de lo que viene.

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Entra Harvey, el productor del programa de Elisabeth, y dice al teléfono: “Necesitamos a alguien joven, alguien sexy y la necesitamos ya”. Y añade: “No entiendo como esa vieja perra ha durado tanto aquí”, refiriéndose a Elisabeth. Todo ello mientras mea, con una distorsionada cara debido a la cercanía al angular. Harvey, exige alguien joven y sexy cuando él parece un monstruo viejo.

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El espejo completa la acertada planificación de esta escena, un espejo con un doble significado. Para Harvey, el de esa falsedad de la industria y para Elisabeth del que se ha convertido en su enemigo, el que le devuelve una versión de ella con la que ya no se siente bien y, de un tiempo a esta parte, ansía ver en él otra versión de sí misma…

Estoy convencido que su reflejo en el espejo partido en dos no es una casualidad. La siguiente secuencia de imágenes lo sigue contando sin diálogo: El desagüe, la cara de Elisabeth, su nombre en pantalla y la mosca en el cuello de Harvey con la que abre la siguiente escena, es otra muestra de “sutileza” de la película.

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Las moscas rondan la mierda como ha hecho Elisabeth con Harvey y a veces terminan mal. Moscas ahogadas en ese NARANJA de la industria.

Si pensamos en La Mosca, la peli de Cronenberg, y en los acontecimientos por venir, hay otro guiño evidente.

Toda la escena del despido de Elisabeth, que ya viste un AZUL aún más oscuro, no puede ser más desagradable y NARANJA.

Por coherencia con el mensaje de la obsesión con el cuerpo perfecto, todas las escenas en las que interviene la comida son incómodas, desagradables, asquerosas. Y NARANJAS (buscad el naranja en la cocina del piso de Elisabeth). No es casualidad que cuando Elisabeth va a recoger sus cosas tras el despido, Harvey le regala un libro de cocina.

Elisabeth conduce abstraída mientras el sol se pone (sutil). Su abrigo AMARILLO nos recuerda a aquel huevo del inicio… ya llegaremos a eso.

Se distrae viendo cómo unos operarios arrancan el cartel de un anuncio con su cara (más sutil aún). El anuncio y la grúa son de un intenso ROJO por lo que tendrá tremendo accidente con su ROJO coche.

¿Esta cara recortada no os rima con un momento del final?

Un misterioso médico de impecable cutis examina la espalda de Elisabeth y, tras un momento de silencio, afirma que es una candidata ideal. Viste de AZUL pero no del azul de ella, sino de un azul mucho más claro, un azul mucho más joven.

Al salir de la consulta, Elisabeth encuentra en el bolsillo de su abrigo AMARILLO un pen drive con el texto: THE SUBSTANCE.

Poco después, se cruza con un viejo amigo del colegio, quien, al entregarle un papelito con su número de teléfono, lo deja caer en un charco. Otra vez, de una manera nada sutil, Fargeat nos adelanta cómo acabará esa futura cita.

Ya en casa, en el reflejo del cuadro, vemos a Elisabeth como una sombra minúscula comparada con lo que fue. Ya no entraré a ese detalle, pero el uso simbólico del cuadro a lo largo de la película es también fantástico.

Elisabeth observa el video de presentación de The Substance. Su logo AMARILLO y las plastilinas riman con la escena inicial de la yema de huevo. El AMARILLO se transforma, el AMARILLO se duplica a una versión mejorada. Sabemos entonces por su abrigo AMARILLO que, aunque en primera instancia Elisabeth tira el pendrive a la basura, acabará inyectándose la sustancia. Pese a que el video nos deja claro, con esas manos chocando, como acabarán la plastilina original y su versión más perfecta.

Elisabeth se emborracha, vomita en ese baño que tan buenos momentos nos traerá y se mira en el fatídico espejo con el AZUL más oscuro que puede vestir.

Observa una esfera de nieve a su personaje envuelto en brillos cobrizos, ANARANJADOS. Cuando la industria la quería, cuando brillaba como dice su apellido: Elisabeth Sparkle.

Eso la activa y llama para encargar la sustancia. El teléfono ROJO, el ángulo picado y la sombra sobre su cara nos alerta del error. Tras Elisabeth se dibuja una luz ROSADA, premonitoria.

Elisabeth sale en busca de la sustancia enfundada en su abrigo AMARILLO y el ROSA se vuelve más predominante. Mientras camina, deja atrás un coche AZUL, al que le sigue uno VERDE y tras él, uno ROSA, que puede leerse como la transición ELISABETHSUSTANCIASUE.

Por si el color no fuera suficiente, ese graffiti también nos conecta con los huevos del inicio

Pasada la puerta tenemos un cambio de plano que nos demuestra qué potente es contar sólo con la imagen. De la oscuridad a la luz, del pasillo decadente a la habitación inmaculada.

Después de LA ESCENA, el resultado de la sustancia será Sue, de ese ROSA que nos adelantaban. Rosa, por esa carne nueva que quiere la industria, rosa por el nacimiento de una nueva ESTRELLA.

Cronenberg, Cronenberg, Cronenberg…

Cuando Harvey recibe a Sue, viste de ese cobrizo brillante de la esfera de nieve con brillos que Elisabeth asocia al éxito.

Y tras su contratación, este plano es perfecto: un coche AZUL oscuro que cubría el cuadro, sale del encuadre para desvelar a Sue y a toda esa pared ROSA. La imagen grita los mensajes con el color.

Sue, además del ROSA, volverá al azul de Elisabeth, pero a un AZUL muy claro, muy joven.

Cuando Elisabeth empiece a perder la cabeza, batirá los HUEVOS y le salpicará en la cara. Tremendo spoiler del final.

Cuando todo empiece a torcerse para Sue, ya no vestirá su ROSA, virará hacia ese LILA.

Cuando ya no haya vuelta atrás, la directora la meterá en ese baño de verticales ROJAS que fue el principio del fin de Elisabeth.

Eso sí, para el final que prepara Coralie Fargeat, por coherencia, Elisabeth/Sue tenía que volver a su mejor versión, a su mejor AZUL. Final en el que volverá a BRILLAR.

Previo a la escena final, Harvey viste más NARANJA que nunca.

El VERDE nos simboliza los efectos no deseados de la sustancia. Del peligroso activador de un solo uso, al mal uso que hará Sue de las pistolas con las que se inyecta el líquido que extrae de su otro yo, a su consecuencia final.

Esto nos lleva a la maravillosa escena que rinde homenaje a la transformación de Madeleine en Vértigo, curiosamente iluminada con esa icónica luz VERDE.

El cartel ON AIR anticipa el baño de ROJO a todo ese NARANJA —Harvey y el pasillo— así como al ROSA —las bailarinas, esa carne nueva que demanda la industria— en una explosión de color.

La venganza definitiva de Coralie Fargeat a esa industria injusta, haciendo brillar, aunque solo por un instante, a una Elisabeth monstruosa y, de nuevo, bellísima.

Este análisis lo podréis encontrar próximamente en el canal YouTube de Finde Creativo! https://www.youtube.com/c/FindeCreativo

la sustancia
  • Título original: The Substance
  • Año: 2024
  • Duración: 140 min
  • País: Reino Unido
  • Dirección: Coralie Fargeat
  • Guion: Coralie Fargeat
  • Reparto: Demi Moore, Margaret Qualley, Dennis Quaid, Gore Abrams, Tom Morton…
  • Música: Raffertie
  • Fotografía: Benjamin Kracun

Sergio Hidalgo
Sergio Hidalgo
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