Un momento feliz —y por desgracia no tan frecuente— es ese en el que te encuentras con un libro que sabes que se va a quedar contigo para siempre. Un libro que sabes que vas a releer, que vas a manosear, que vas a correr el riesgo de perder y que vas a hacer tuyo a tu manera. Para algunos esto implica subrayados, notas, marcadores, dobleces… Para otros implica cuidado absoluto, embalsamar con forro o redactar un pequeño texto, como si fuese una reseña. Esto -lo de la reseña, servidor no forra- me ha sucedido (y me consta que no soy el único) con Nuestro grupo podría ser tu vida, un clásico de la literatura musical, publicado originalmente en el año 2001 y que aquí en España ha estado reeditando con discreción y perseverancia la editorial Contra. Encima de la mesa tengo la cuarta edición, del año 2023. No será la última.
Se puede decir que Nuestro grupo podría ser tu vida es la historia del movimiento indie underground en América en la década de los ochenta. Es un resumen un tanto amplio y con puntos problemáticos, pero esencialmente creo que es correcto. También se puede decir que es la historia del movimiento hardcore, o que son trece reportajes, más o menos breves, que forman un bloque contundente de quinientas páginas (560 para ser precisos). Cada uno de estos reportajes se dedica a un grupo, así que el libro consiste en ir saltando de grupo en grupo para recorrer el camino que lleva desde la aparición de Black Flag y la productora SST hasta la irrupción de la productora Sub Pop, la llegada de Nirvana y la publicación de Nevermind.
También se puede decir, sobre todo a partir del último tercio del libro, que Nuestro grupo podría ser tu vida es la forma que toma una profecía en el mundo moderno. La profecía de ese grupo (Nirvana) y ese disco (Nevermind) que estaban por venir y que lo cambiarán todo, que removerán la tierra para desvelar en la luz del apetito de las productoras y del público esa música de guitarras distorsionadas y cantantes desaliñados que había estado nutriéndose durante una década del sudor y la sangre (ojo, que esto no es una metáfora) de jóvenes apasionados que recorrían América en sus furgonetas, pero no como los hippies de la década anterior, sino embutidos y parapetados con amplis enormes, guitarras no siempre bien afinadas y un profundo deseo de ser piel roja.
Porque también se puede decir que Nuestro grupo podría ser tu vida es la historia de una pasión. Trece historias de trece grupos formados por gente que, en un momento dado, alcanzan ese clímax de la convicción absoluta, fascinados, no solo por la idea de que pueden hacer música, sino por la convicción de que tienen que hacerla. Que tienen que formar una banda y hacer un tipo de música determinado. Su música. Una música que no tiene tanto que ver con la calidad musical (a veces tiene muy poco que ver con la calidad musical, al menos entendida de cierta manera) como con la necesidad de que sea SU música, la obligación de ser fieles a unos principios que no siempre están claros —pero que son innegociables—, de entregar un legado y, aunque suene pasado, de cumplir sus destinos.
Porque sobre todo, sobre todo, creo que podemos decir que Nuestro grupo podría ser tu vida es la historia de una pasión desbordante, fulgurante. ¿Pasión por la música? Claro. Al menos en parte. Pero sobre todo pasión por lo que significa la música y el arte en general. Pasión por dejar una marca. A lo mejor volvemos a ponernos en evidencia al decir: pasión por escoger un destino y aferrarse a él. Pasión por encender una bengala en el tiempo y el lugar que les ha sido asignados para hacerse visibles. Esta es la crónica de la pasión de unos jóvenes desencantados (como corresponde) a los que se les acumulan las rebeliones: tienen que rebelarse contra el padre (nobleza obliga), contra la política (estamos en la época de Reagan y su idiotizante revolución conservadora), contra los rebeldes (esos hippies trasnochados con sus melodías, su hipocresía, su inoperancia revolucionaria), contra el sistema, contra las productoras, contra los punks, contra las vallas publicitarias, contra las melodías, contra el volumen (siempre demasiado) bajo, contra el público. Contra ellos mismos. Contra todo.
Demasiadas rebeliones como para tomarse el lujo de formular un sistema. Demasiados desencantos como para darse el lujo de hablar (no hay nada de qué hablar), de construir (no hay nada que construir) o de entregarse al virtuosismo. El camino más corto, el único que sienten que tienen tiempo para recorrer, consiste en dejarse arder en carreras musicales breves y alucinantes. Surcar el país en furgonetas. Viajar a Europa para fascinar a la prensa musical de Londres y luego volver a casa y dejar pasar el invierno viviendo en los sótanos de sus padres.
Nuestro grupo podría ser tu vida es un libro para siempre, Puede ser que al lector le pase como a mi y no conozca a los trece grupos implicados (ver abajo) que componen las treces historias que forman el libro. No importa demasiado, aunque es recomendable pararse en algunas de las canciones o discos que el libro subraya como necesarios. Atención, no son necesarios para leer el libro. Son necesarios para ti, lector. El libro puede y de hecho, es capaz de seguir adelante sin ellas. Porque al final se podría decir que Nuestro grupo podría ser tu vida es casi más sobre vidas que sobre grupos. Con esa estructura episódica que tiene algo de Borges o del Bolaño de la literatura nazi. Con esas anécdotas disparatadas (y detalladamente documentadas) sobre cantantes que explican con toda sinceridad y (a veces, no siempre) perfecta inocencia que en un momento dado, durante un concierto, la vida no les dejó otra opción que acabar mordiéndole el tobillo a un segurata que acaba de pegarle una patada en el estómago a un fan solo porque el fan ha subido al escenario y se ha enzarzado a escupitajos con el batería (la posición de los protagonistas respecto a los escupitajos varía enormemente en función del grupo y del momento del que se hable).
Este libro podría ser tu vida
Grupos incluidos:
- Black Flag (Hermosa Beach/Los Angeles, California)
- Minutemen (San Pedro/Los Angeles, California)
- Mission of Burma (Boston, Massachusetts)
- Minor Threat (Washington, D.C.)
- Hüsker Dü (Minneapolis–Saint Paul, Minnesota)
- The Replacements (Minneapolis–Saint Paul, Minnesota)
- Sonic Youth (Nueva York, Nueva York)
- Butthole Surfers (San Antonio, Texas)
- Big Black (Evanston/Chicago, Illinois)
- Dinosaur Jr. (Amherst, Massachusetts)
- Fugazi (Washington, D.C.)
- Mudhoney (Seattle, Washington)
- Beat Happening (Olympia, Washington)
Nuestro grupo podría ser tu vida
- Autor: Michael Azerrad
- Título original: Our band could be your life. Scenes from the american indie underground 1981-1991
- Traducción: Xevi solé
- Primera edición original: 2001
- Editorial: Contra
- 560 pp
- ISBN: 978-84-940938-7-6
Más de música
- Choice of weapon
- My favourite things
- Cruzando los dedos
- Nuestro grupo podría ser tu vida
- The death of Randy Fitzsimmons
- Ring them bells
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