Dr. John es un nombre que nos transporta a la edad dorada del rock and roll, es decir, al período comprendido entre 1965 y 1975. O sea, cuando todo, o casi todo, tuvo lugar. Los primeros discos de Dr. John son de finales de los años sesenta y, antes de eso, ya se había ganado una reputación como músico de estudio (ocupación que retomaría intermitentemente en diversos momentos de su vida). La fama le llegó gracias a la atención que le prestaron en aquellos años los Rolling Stones o Eric Clapton.

Dr. John toca el piano, el órgano, la guitarra y canta fabulosamente. Sus discos están ligados de una u otra forma a su querida Nueva Orleans y su nivel raramente baja del notable. Si el blues y el soul tienen un hijo mestizo, es muy posible que su nombre sea Dr. John. Personaje excesivo y teatral que hace que nos acordemos del gran Screamin’ Jay Hawkins, quizá uno de sus antecesores más evidentes. Como el autor de «I put a spell on you», también Dr. John ha coqueteado con el vudú en alguna ocasión.

Pero estamos aquí para hablar del presente. Del fantástico disco que ha sacado este tipo en pleno 2012. Locked down no es un ejercicio de nostalgia destinado a satisfacer la curiosidad de quienes se preguntan si Dr. John sigue vivo y si, en su caso, continúa en el negocio de la música. No. Este álbum no es sólo un firme candidato a disco del año, sino que es lo mejor que ha grabado este enorme músico en décadas: Dr. John se muestra aquí majestuoso y volcánico. (Su Tribal de hace un par de años era mucho más sosegado y, de todos modos, no me atrapó como éste.)

A Dan Auerbach, cantante de The Black Keys, el éxito ha dejado de serle esquivo. No sabemos si será por eso, pero, como tantos otros jóvenes talentos, ha decidido ejercer una labor a medio camino entre la pedagogía y el mecenazgo echando un cable a músicos a los que admira. Así que se ha implicado en la producción de este Locked down. Y también colabora con alguna guitarra aquí y algún coro allá. Quizá ello sirva para que nuevas generaciones descubran a Dr. John.

El resultado es un disco crudo y fresco, que consigue lo aparentemente imposible: sonar clásico y moderno. La canción que da título a esta obra nos introduce en la particular jungla de Dr. John: luces estroboscópicas, persecuciones en San Francisco rodadas en película con grano, una voz inconfundible y un ritmo absolutamente adictivo. «Revolution» mantiene el tono obsesivo acentuado por una implacable sección de viento; lo operístico —casi brechtiano— alcanza su punto álgido en la canción «Big shot». «Ice Age» y «Getaway» se presentan algo más desnudas, dando más protagonismo a las guitarras (por cierto, algunos pasajes de «Getaway» podrían encajar sin problemas en un disco de Santana). Ésta es una obra sin tregua ni relleno. Conforme se acerca el final, la psicodelia reaparece en «Eleggua» invitando al oyente a pensar en una conclusión selvática y lisérgica. Pero Dr. John se guardaba un par de ases en la manga, dos canciones pausadas y elegantes, dos himnos que podrían pertenecer a cualquier (buen) álbum de los setenta: «My children, my angels» y el increíble fin de fiesta con «God’s sure good» y sus coros celestiales. Funk, soul, blues, gospel… qué sé yo. Qué más da.

Locked down es una excelente colección de canciones que, además, genera un ambiente de lo más propicio. No diré más.

por David Sánchez Usanos

Se divierte en clase. Literatura, filosofía, r’n’r. Trata de tomárselo con deportividad.

Un niño, un libro, una moto.

https://youtu.be/nhbSYP8cyD8
David Sánchez Usanos
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